
15 Jul 2020
Nuevas sensibilidades a la hora de hacer turismo.

Reflexiones del sector turístico en la hora de generar productos y servicios. El turismo del futuro, más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Ha cambiado la sensibilización a la hora de consumir o adquirir productos y servicios turísticos. Desde el pasado mes de marzo han cambiado algunos aspectos y tendencias. En marketing, las diferentes marcas se han adaptado a las nuevas demandas y requerimientos. Las empresas han aplicado protocolos preventivos para evitar contagios por Covid-19. Algunas tendencias parece que se empiezan a consolidar de manera definitiva.
En el sector turístico, de manera especial, ha cambiado la radiografía del consumidor. Los constantes cambios de escenario de estos últimos meses han comportado alteraciones en nuestras emociones. Continúan presentes las ganas de escapar, conocer lugares diferentes y disfrutar de nuevas experiencias. Se siguen con atención todos los canales de comunicación para conocer propuestas y actividades turísticas que se presentan para esta temporada de verano. Y es que promotores y clientes intentan salir juntos para volver a una cierta normalidad después de una temporada bastante difícil. En las semanas de confinamiento se multiplicaron las ofertas y propuestas virtuales, que han generado más ganas de viajar, pero la incertidumbre hace que aún no haya suficiente confianza para hacer viajes o estancias de larga distancia y se haya optado por propuestas y ofertas de proximidad. En este escenario que cambia constantemente, será relevante conocer las necesidades del viajero para preparar las propuestas de acuerdo con sus requerimientos. Construir la oferta en base a una empatía emocional con el cliente y generar la confianza del servicio y del destino será esencial para recuperarse. Como los usuarios consumen más medios informativos y más canales de comunicación que antes, hacer llegar la oferta o la propuesta turística es un poco más fácil. Los operadores turísticos, en general, han apostado por un contenido más emocional de la propuesta y con mensajes que den garantía de que los establecimientos están limpios y, por tanto, son seguros, y que las medidas aplicadas en transporte también generan confianza en la movilidad. Los consumidores ahora tienen una mayor conciencia y perspectiva ética y mucho más orientada a la confianza mutua, la sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. Las marcas y destinos turísticos, que ya habían empezado a orientar en este sentido y crear programas y servicios turísticamente sostenibles, ahora se han visto desbordadas por esta aceleración en la sensibilidad y en los valores alineados con el #TurismoSostenible y sus productos y experiencias turísticas ya ofrecen una concienciación y sensibilización sobre los ecosistemas naturales de cada destino. El turismo del futuro es el que está pensado por y para los consumidores. Sensibilizar a los visitantes de la importancia de preservar el entorno natural es el contenido de los mensajes para comunicar los beneficios del producto o servicio sostenible y su calidad en la experiencia de consumirlo. La organización mundial del turismo-UNWTO dispone unas pautas de desarrollo sostenible
Pensar en viajar, es pensar en la movilidad.

En un entorno sostenible, el transporte de cada destino deberá ser con medios que tengan un menor impacto sobre el medio ambiente. Por un lado, se ha notado un ligero incremento en demandas de servicios y propuestas relacionadas con actividades de senderismo o cicloturismo en un entorno natural. Por la otra, en el transporte colectivo para programas y servicios turísticos, ya sean de ocio o de negocio, las empresas de autocares han tenido que hacer fuertes inversiones para adaptarse a los requerimientos de bajas emisiones a que obliga la unión europea. Y es que las Naciones Unidas han instado a gobiernos, comunidades y ayuntamientos a añadirse en todas las iniciativas encaminadas a encontrar soluciones para reducir la contaminación del aire. En este sentido, Avant Grup ha hecho grandes esfuerzos para avanzar en una movilidad sostenible. Dispone del 99% de toda su flota con vehículos de motorizaciones EuroV y EuroVI, con un nivel de emisiones mínimo y de acuerdo con la etiqueta máxima de la UE.
El transporte es una de las principales fuentes de contaminación medioambiental. Un aumento del transporte colectivo terrestre, en detrimento del vehículo privado, podría reducir drásticamente los problemas de congestión tanto urbana como interurbana ya que cada uno de los vehículos de transporte colectivo sustituye una media de 20 turismos. Un autobús / autocar con las motorizaciones actuales EuroV / EuroVI que exige la Unión Europea emite 28,4 gramos de CO2 por viajero, ante los 157,7 gramos emitidos por cada vehículo particular. El autocar es uno de los medios menos contaminantes en términos de CO2 por viajero con una diferencia abismal si se compara con el avión que tiene un indicador de emisiones 2,4 veces superior.

Tras la reactivación de algunos sectores industriales y de servicios, La tendencia de la recuperación del transporte público está siendo mucho más lenta que la del vehículo privado (turismos y motocicletas). La demanda del transporte público se ha reducido un 70%, respecto a la reducción del 30% de la movilidad en vehículo privado. Son necesarias medidas adicionales que permitan reducir el tráfico en la ciudad, compensado con la mejora del transporte público metropolitano y de los servicios privados de transporte colectivo que permitan una movilidad más rápida, ágil, y respetuosa con el medio ambiente. De manera individual, también habrá que fomentar el transporte activo (bici o patinete) y otras medidas como la flexibilización horaria y el teletrabajo con el fin de reducir el impacto del tráfico en vehículo privado.
Los diferentes destinos turísticos, siguiendo las directrices de la Unión Europea por un lado y los gobiernos de cada país por otro, han tomado medidas para reducir el impacto medioambiental que generan los gases de efecto invernadero. Cada país aplica restricciones en la circulación y algunos de ellos ya hace tiempo que las tienen implementadas. En el caso de Catalunya y, específicamente, la zona del área metropolitana de Barcelona que es la más densificada, la AMB, la Generalidad de Catalunya y los cinco ayuntamientos que integran la ZBE Rondes BCN (Barcelona, Cornellà de Llobregat, Esplugues de Llobregat , Hospitalet de Llobregat y Sant Adrià de Besòs) reactivan el despliegue de la ZBE Rondas BCN para evitar volver a los altos niveles de contaminación de antes de la crisis sanitaria. El objetivo común es el de prevenir las enfermedades asociadas a la mala calidad del aire. El nuevo calendario y hoja de ruta para seguir desplegando la zona de Bajas Emisiones en las Rondas de Barcelona volverá a entrar en vigor a partir del 15 de septiembre, ya que se suspendió el pasado 1 de abril debido al estado de alarma. A partir de mediados de septiembre se empezarán a aplicar las medidas restrictivas para los vehículos que no cumplan con la normativa de emisiones y también se reanudará el régimen sancionador.

La nueva Ley del cambio climático que propone el Gobierno central indica que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes deberán tener zonas de bajas emisiones antes del 2023, siguiendo el modelo de la metrópolis de Barcelona. Estas medidas, se añaden a las demandas de propuestas de turismo sostenible de los visitantes que lleguen al territorio y que ya exigen desde la primera búsqueda de información sobre el destino turístico. Todo ello ha obligado a los diferentes actores que intervienen directa o indirectamente en el sector turístico a adaptarse rápidamente a estas demandas y en prever los nuevos requerimientos que puedan solicitar los usuarios. Las empresas y destinos turísticos que más preparadas estén y más hayan innovado en este sentido más éxito tendrán en el turismo del futuro