
02 Dic 2016
DICIEMBRE.- Cultura y Tradiciones
EN UN MUNDO GLOBALIZADO, LAS TRADICIONES SE CELEBRAN DE DIFERENTE MANERA.
Diciembre.- Arranca el último mes del año. Un mes en el que a todos nos pasa por la cabeza hacer balance y en el que tememos evaluar todo lo que empezamos a dejar atrás para intentar, por lo menos, mejorarlo en el siguiente calendario en blanco que está por venir; un nuevo libro listo para escribir en él emocionantes historias. El indicativo (factor) más representativo de este mes pero (sin embargo), lo marcan los días festivos que nos aguardan a la vuelta de la esquina. Como el buen turrón, .Con diciembre, vuelve la Navidad.
Llegan esas fechas tan señaladas en nuestras agendas en las que el denominado espíritu navideño llega, e inunda con inocencia e ilusión nuestros corazones. Para unos, la visita de San Nicolás y los regalos debajo del árbol. Para otros, los Reyes Magos, los pesebres y el “Caga Tió”. Nieve y frío, o sol y calor. Llegan con fuerza las comidas copiosas. Aparecen en escena los dulces navideños, como los polvorones y el tradicional roscón o, contrariamente a nuestra costumbre de tomar marisco y pescado, se imponen los banquetes de ricos y sabrosos asados de carne. Pero, sobre todo, llegan esos días de reunión, días emotivos y especiales en los que compartir momentos e instantes disfrutando con los nuestros.
Estas fechas devienen todo un referente y sólo, según quién sea nuestro interlocutor y dónde nos encontremos, entenderemos la Navidad de un modo u otro. En cualquier rincón del mundo, incluso el más pequeño, millones de personas celebran estas Fiestas marcadas por la tradición y las creencias religiosas y que con el tiempo han llenado cada país con sus ritos, su música, sus preparativos y sus costumbres propias. Una panorámica muy abierta sobre el sentido de estas celebraciones que nos permiten, ante todo, vivir momentos mágicos, llenos de felicidad.
Gracias a la diversidad de culturas, disfrutamos de tradiciones distintas, pero únicas, con las que deleitarnos en cada uno de estos momentos: lentejas en Italia la noche de Fin de Año, baños en las calurosas playas de Ipanema y Copacabana en Brasil, o las auroras boreales aguardando la llegada de Papá Noel, junto a su taller, en Finlandia. Los ingredientes principales son comunes y el sentimiento generalizado de amor, fraternidad y solidaridad invade a cada ser, pero es precisamente esa diferencia la que hace singulares las celebraciones navideñas en las que, todos y cada uno de nosotros, tomamos parte.
Celebración Cristiana más que festividad, aunque así se percibe actualmente, la Navidad no es una fiesta que se celebre por igual en todos los países del mundo, unas diferencias que se encuentran en el origen de su religión. Cristianos, musulmanes, hinduistas y budistas discrepan sobre como venerar al profeta que da pie a estas celebraciones. El judaísmo no celebra la Navidad, sino que su fiesta típica es el Hanuka o festival de las luces durante ocho días en diciembre. Los musulmanes, por su parte, celebran dos fiestas: el Id Al Fitr, festividad inmediata al ayuno del Ramadán, y el Eid al-Adha, festival del sacrificio durante el peregrinaje a La Meca, ciudad que todo musulmán debe visitar, al menos, una vez en la vida. El budismo no lleva a cabo grandes festejos este mes, pues su calendario asienta el año nuevo en el mes de febrero. Las celebraciones de esta religión están basadas, fundamentalmente, en aspectos de la práctica religiosa y armonía familiar, más que en grandes ágapes. Finalmente, por su parte, los hindúes celebran el Diwali, una especie de Navidad adelantada a noviembre. Durante esta festividad, una de las principales celebraciones del calendario hindú, se da inicio el nuevo año con una fiesta en la que se regalan dulces entre familiares y amigos, y en la que se conmemora el triunfo del dios Ram sobre el demonio Ravana.
La Navidad, como hemos podido ver, se celebra a lo largo y ancho del mundo. Como todas las anécdotas sobre estas fechas, las historias navideñas se suceden sin medir la distancia que nos separan a unos de otros. Sin ir muy lejos, en nuestro propio hogar no hay un único modo de celebrarlas. La Nochebuena de tierras andaluzas nada tiene que ver con el San Esteban catalán, pero aún y así, por muy extrañas que sean las formas de entender la Navidad, lo más importante de estos días que están por llegar es ese lazo mágico que nos une a todos.
Comienzan las fiestas navideñas y, se celebren como se celebren, nada hay como vivirlas y disfrutarlas porque la magia que transmiten es, simplemente, inexplicable.

