
12 Mar 2019
BREXIT.- Las repercusiones turísticas de la salida del Reino Unido
EN EL TRAMO FINAL DE LA DESCONEXIÓN, LOS POSIBLES EFECTOS DEL BREXIT SE HACEN SENTIR EN EL SECTOR TURÍSTICO.

El impacto y las repercusiones que la salida del Reino Unido puede tener sobre el sector turístico pueden ser bastante importantes y las empresas de este segmento realizan un cuidadoso seguimiento.
Dos años y medio después del referéndum del Brèxit, a pesar de estar en la recta final de la desconexión, el futuro del Reino Unido aún es muy incierto. Continúan los debates y aún no están cerrados los acuerdos comerciales, los derechos de la ciudadanía o el compromiso británico de asumir el coste de esta ruptura sin dejar de lado las connotaciones que hay con la frontera de Irlanda que, al fin y al cabo, han representado uno de los principales obstáculos de este acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea.
El sector turístico también puede sufrir las consecuencias del Brexit. A principios de este año 2019, el gobierno británico había previsto una caída de su economía entre el 2% y el 8% después de salir de la UE. Esto tendría un impacto directo sobre la capacidad de compra de la población y el sector turístico se podría resentirse, ya que se puede traducir en una reducción tanto en el número de salidas como del volumen de su gasto en el país de destino.
A pesar que en las primeras semanas de este año se notó una bajada en las reservas del primer trimestre, parece ser que se han corregido de cara al verano 2019. Hacia Cataluña, las reservas efectuadas hasta ahora computan un incremento de un 4% para el total del destino, aunque destaca que el grueso de las reservas va dirigida al mes de mayo y se trata de viajes concertados con una estancia de entre 1 y 3 noches. En cambio, las reservas para estancias a partir de 7 noches, disminuyen respecto a las cifras constatadas del año anterior en el mismo período de seguimiento.
Quedan todavía algunas semanas para acabar de valorar un acuerdo que, incluso, se podría posponer y no activarse el 29 de marzo. Se podría retrasar el calendario y pasar a un nuevo plazo a finales de junio. Esta situación, también podría conllevar variables en las tendencias de las reservas.

TURISMO. Un recorrido por la historia en la Catalunya interior.
CARDONA (BAGES)
Visitar Cardona es sentir la historia en directo. Pasear por una villa medieval, contemplar la grandeza de templos románicos y góticos y revivir asedios y batallas en el castillo más inexpugnable son las opciones más destacadas. Visitar Cardona es vivir la experiencia de encontrarse dentro de una montaña de sal única en el mundo y disfrutar de rutas por un entorno natural y rural excepcionales.
El Centro Cardona Medieval se creó en 2005 como un recurso interpretativo para explicar el nacimiento y crecimiento de la villa de Cardona, en el marco de la voluntad municipal de protección y promoción del centro histórico de la villa.
Cardona y su condado histórico forman parte de la ruta turístico-cultural Pirineo Condal: rutas del nacimiento de Cataluña, una iniciativa del Departamento de Cultura de la Generalitat. A través de esta ruta nos podemos acercar a la esencia de la formación del país, en la que Cardona tuvo un papel fundamental. La cita más destacada es la visita al Castillo de Cardona ofrece la posibilidad de recorrer la fortaleza moderna y las partes del viejo castillo condal, como la Torre de la Miñona y la excepcional colegiata de Sant Vicenç, joya del románico lombardo catalán.
Font.- TurismeCardona
VIC (OSONA)
La repoblación de la plana de Vic y la creación del condado de Osona por cuenta Wifredo el Velloso el 878 posibilitó la reconstrucción de la antigua auso, de la que sólo quedaron los muros del Templo Romano que se habían aprovechado para construir el castillo. La nueva población tomó el nombre de Vicus Ausonae, es decir, arrabal de Ausona, de donde derivó el nombre de Vic. Con la ciudad se restauró la sede episcopal y se construyó la catedral en la parte baja. En 1038 el obispo Oliba consagró la catedral románica de la que han llegado al día de hoy la cripta y el campanario.
La privatización del poder público propia de la época medieval hizo que la ciudad de Vic estuviera dividida en dos partidas, una inicialmente bajo jurisdicción del obispo, el que la traspasó al rey en 1316, y la otra bajo jurisdicción de los señores del castillo: los Moncada. Esta división marcará la vida de la ciudad en la época medieval, que crecerá en torno a la Catedral, el Castillo y el Mercadal y será rodeada por una muralla con torres, reconstruida en el siglo XIV. En 1450 el rey Alfonso el Magnánimo compró a los descendientes de los Montcada su partida y unificó así la ciudad.
La reanimación económica y demográfica del siglo XVIII, posibilitó el crecimiento de la ciudad, favoreció la aparición de importantes talleres de escultura y de arquitectura y permitió la construcción de numerosos edificios civiles y religiosos así como la catedral actual.
Durante el siglo XIX los efectos de la guerra del francés y de las guerras carlistas se sumaron a la crisis económica que representó el traslado de diversas industrias en la cuenca del Ter. Aún así la ciudad se recuperó gracias, entre otros factores, al impulso de la construcción y el ferrocarril que enlazó Vic con Barcelona en 1875. En esa época, también se produjo una gran recuperación cultural con el funcionamiento del Seminario que recuperaba tradición de la antigua escuela catedralicia de la época medieval y de la Universidad literaria de Vic del siglo XVII. Entre los muchos estudiantes del Seminario hay nombres como Jaume Balmes, San Antonio María Claret o Jacinto Verdaguer. Reunidos en torno a asociaciones como el Círculo Literario o el Esbart de Vic, ellos y muchos otros ayudaron con su obra a que Vic tuviera un papel eminente en el renacimiento literario y política del país.