
19 Sep 2019
EL CAMBIO CLIMÁTICO y MEDIO AMBIENTE.- Tiempo de cambio

Cumbre climática – Propuesta de cambios para proteger el medio ambiente
Este mes de septiembre, en la delegación de las Naciones Unidas en Nueva York, se lleva a cabo la Cumbre del Clima. Diversas sesiones trataran sobre los impactos del cambio climático. Las emisiones a nivel mundial están alcanzando unos niveles sin precedentes que parece que aún no han llegado a su cota máxima. Los últimos cuatro años han sido los más calurosos de la historia y las temperaturas invernales del Ártico han aumentado 3 °C desde 1990. Poco se ha avanzado desde los acuerdos de la Cumbre del Clima en diciembre del 2015, celebrada en París, en la que se lograron sentar las bases de una lucha contra el cambio climático y la reducción de agentes que afectan la sostenibilidad del medio ambiente. Muchos países han volcado todas sus mejores intenciones, mediante políticas de mitigación, para reducir definitivamente las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, que se deberá aplicar a partir de 2020, aunque otra gran mayoría todavía no se presta a la labor.
Los últimos análisis indican que se procede a una actuación inmediata en conjunto de todos los países, se podrían reducir las emisiones de carbono de aquí a doce años para frenar el aumento de la temperatura media anual. Estos últimos años los niveles del mar han ido subiendo. Algunos arrecifes de coral se mueren y se está empezando a notar que el impacto del cambio climático también afecta a la salud a través de la contaminación del aire. Las olas de calor, también afectan a la seguridad alimentaria.
La Cumbre del Clima de Nueva York, también incluye la Cumbre de la Juventud sobre el clima. Se trata de una propuesta pensada para jóvenes líderes que se encuentran inmersos en el impulso de acciones para paliar el cambio climático. La presencia anunciada de numerosos jóvenes, muy activos, innovadores y comprometidos, ha sorprendido incluso a la propia organización, ya que estos días previos al inicio oficial de la Cumbre del Clima ya se están llevando a cabo eventos previos sobre la acción climática.
Con respecto a la política de la Unión Europea, que considera la lucha contra el cambio climático como una de las prioridades, dispone de diversas directivas y reglamentos. El programa de energía y clima tiene como objetivo para el año 2030 una reducción del 40% de las emisiones internas respecto de 1990. Y para 2050, también de acuerdo con las emisiones de 1990, plantea un objetivo ambicioso de una reducción del 80% al 85%. Para alcanzar estos objetivos, la Unión Europea fomenta las energías renovables, la creación de un mercado europeo de derechos de emisiones, la eficiencia energética y una reducción de las emisiones en la gestión de los residuos, en el transporte y en los edificios. Los estados, como es el caso de España, han impulsado planes nacionales, con más o menos celeridad, para adaptar las diferentes directivas de la Unión Europea.
En el caso de Cataluña, el Gobierno dispone de la Oficina Catalana del Cambio Climático y de una comisión interdepartamental específica en esta materia. Durante los últimos años, en el marco de la política catalana contra el cambio climático, se han impulsado el Plan de energía y cambio climático de Cataluña 2012-2020 y la Estrategia catalana de adaptación al cambio climático, horizonte 2013-2020. En Catalunya, el mundo local, por medio del Pacto por el Clima y la Energía, impulsado por la Comisión Europea, y de diversas herramientas y redes de apoyo a la gobernanza, tiene una gran implicación en la lucha contra el cambio climático, a pesar de las limitaciones competenciales, económicas y técnicas. En cualquier caso, la adaptación al cambio climático obliga a hacer un cambio en la gobernanza a escala local.
En este sentido, el Ayuntamiento de Barcelona ya tiene en marcha un plan de acción que prevé reducir las emisiones de CO2 en 210 mil toneladas, lo que representa un 6% anual. El Consistorio quiere llevar a cabo diez medidas de choque que empezará a aplicar a partir del primero de enero de 2020. Se ha establecido una zona de Bajas Emisiones en donde se llevarán a cabo restricciones de tráfico que serán permanentes y afectarán a vehicules que no dispongan de la ecoetiqueta ambiental que facilita la Dirección General de Tráfico. Estos vehículos no podrán circular en los días laborables tanto en Barcelona Ciudad como en gran parte de su área metropolitana en un acuerdo global entre los diferentes municipios de la conurbación urbana de la Ciudad Condal, en un calendario de restricciones en que algunas acciones ya se llevarán a cabo a partir de diciembre 2019.
La Zona de Bajas Emisiones es un área de más de 95 kms. cuadrados que incluye la ciudad de Barcelona y municipios circundantes como Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Cornellá de Llobregat y Sant Adria del Besós. Todos sus ayuntamientos llevaran a cabo políticas de restricción progresiva de la circulación de vehículos contaminantes, junto con otras medidas complementarias para velar por la calidad del aire.
Por otro lado, el Govern de Catalunya está trabajado en un plan de calidad del aire en el área metropolitana de Barcelona para evaluar el impacto que puede tener esta reducción de las emisiones de óxido de nitrógeno sobre la formación de ozono en otras comarcas como Osona. La orografía de la Plana de Vic, las emisiones locales y, especialmente, las que le llegan desde el área metropolitana explican la problemática de la contaminación atmosférica de la zona.
Aunque todas estas acciones no llevaran a unos resultados de forma inmediata, ya que se necesita tiempo para que las medidas empiecen a cuajar. Estos nuevos aires de cambio tomarán fuerza en unos años, pero la realidad empieza a palparse en distintos sectores de la sociedad que llevan tiempo tratando de encontrar alternativas que sigan velando por el buen hacer y la sostenibilidad de este mundo. Energías renovables cada vez más extendidas, políticas de aplicación en sintonía con el medio ambiente… Todo un sinfín de esfuerzos por parte de la sociedad civil para respaldar las buenas intenciones de los grandes gobiernos que luchan por cumplir con este compromiso. Y en ese contexto aparece una nueva evolución tecnológica que refleja uno de los valores de nuestra compañía, Avant Grup, siempre consciente de las necesidades medio ambientales y del cambio climático, avalada por la normativa europea: los motores Euro VI, la nueva generación para autobuses con nulas emisiones de CO2.
Las emisiones de CO2 originadas por el transporte de la Unión Europea actualmente constituyen el 3,5% de emisiones globales de CO2. Ante tal situación, era necesario un cambio que promoviera ese futuro esperanzador por el que todos y cada uno de nosotros velamos. Ya en su momento, Avant Grup fue pionera adelantándose a los plazos establecidos en la utilización de su antecesor, el Euro V. La flota de autocares de Avant Grup está integrada por nuevos vehículos que no sólo convencen con esta nueva generación de motores, sino también con todas las innovaciones que garantizan una conducción relajada, serena y rentable y una comodidad y confort para los pasajeros.