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25 Jun 2018
Actividades de verano.- Deporte y Gastronomia

Cada año aumenta la oferta de actividades de ocio y deporte
El verano es una época del año para disfrutar haciendo deporte al aire libre, hay muchas actividades que se pueden realizar en esta época del año que servirán para que no perder la forma física y para divertirse durante las vacaciones. También es la mejor época para disfrutar de actividades acuáticas y cada año aumentan las posibilidades de ocio y deportivas que se ofrecen en todo el territorio nacional.
Hay algunas actividades deportivas que destacan en verano.
· Natación
Las piscinas y las playas suelen ser uno de los lugares más concurridos durante el verano. Los beneficios de la natación son sobre todo musculares, pero también cardiovasculares.
· Senderismo
Caminar es una de las formas más sencillas de realizar ejercicio que ayuda a mejorar la tonificación de los músculos o el sistema cardiovascular. El senderismo puede resultar así una forma alternativa de contemplar la naturaleza al mismo tiempo que el cuerpo está en movimiento. Caminar unos 45 minutos al día es suficiente para mantenerse en buena forma, según expertos.
· Surf
Uno de los deportes que más se relaciona con la playa. Es un deporte que se recomienda empezar a practicar en aguas calmadas, por lo que no supone grandes riesgos. El surf, tiene numerosos beneficios físicos en todo el cuerpo.
· Buceo
Conocer las profundidades del mar puede ser, además de interesante, una forma de hacer ejercicio. Bucear es una de las actividades más frecuentes del verano que practican todo tipo de personas, aunque se piden unos requisitos mínimos. El buceo es una actividad relajante que ayuda a aliviar el estrés, pero también aporta otros beneficios físicos como mejorar la capacidad respiratoria, tonificar los músculos y permitir un mejor control sobre el cuerpo.
CICLOTURISMO.- Una nueva propuesta de turismo sobre ruedas en grupo o en familia
Desde los Pirineos hasta las Terres de l’Ebre, siguiendo la costa mediterránea, y con Girona como nuevo destino en el interior, Cataluña ofrece a los amantes de la bicicleta las condiciones idóneas para recorrerla sobre dos ruedas.
Cataluña, destino privilegiado del Mediterráneo, es un territorio de dimensiones asequibles, pero de geografía variada, que incluye puertos de montaña, en el Valle de Arán, y extensas playas de arena, en la Costa Dorada. El país ofrece al visitante un rico patrimonio natural y cultural y una excelente y reconocida oferta gastronómica que complementan la aventura cicloturista. Cocina, arte e historia enriquecen el cicloturismo para convertirlo en una experiencia total. Durante el recorrido, el ciclista disfrutará de carreteras en buen estado y de establecimientos y otros servicios preparados para atender sus necesidades. En Cataluña el cicloturismo de carretera es una experiencia compartida.
El cicloturismo es una actividad física que se lleva a cabo en plena naturaleza y que, cada vez más, disfruta de mayor aceptación en tierras catalanas. La práctica del cicloturismo en Catalunya resulta perfecta para combinar el ejercicio físico con el descubrimiento y conocimiento esta tierra, al mismo tiempo que, pedaleando en bicicleta, permite contemplar y admirar la belleza de sus paisajes. La existencia de diferentes tipos de itinerarios facilita el acceso a todos a la práctica del cicloturismo y lo convierten en una actividad ideal para realizar con la familia o los amigos.
Gastronomia en verano
En España, durante los meses que hace más calor, toman protagonismo los platos refrescantes como el gazpacho, las ensaladas y los helados.
El gazpacho es un plato típico de Andalucía y su producto principal es el tomate. Similar, también andaluz, pero aderezado con jamón serrano, se puede encontrar el salmorejo y una buena recomendación es probar cualquiera de estas dos opciones acompañadas de una variada ensalada aliñada con aceite de oliva y vinagre de jerez o con salsa vinagreta. Las ensaladas son de muy distinta elaboración y combinación de productos autóctonos de las diferentes regiones que van desde las verdes a base de lechuga, espárragos o cebolla, a otras que incorporan patatas o tomates.
Estas son unas pequeñas recomendaciones gastronómicas del verano que se incluyen perfectamente en nuestra dieta mediterránea.
Esta dieta, reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad desde el 2010, tiene como ingredientes principales el aceite de oliva, los cereales, las frutas, las verduras, una proporción moderada de carne, pescado y productos lácteos, y abundantes condimentos y especias. Su consumo en la mesa suele estar acompañado de vino o infusiones.
Obtuvo este reconocimiento al ser mucho más que una alimentación saludable y en todos estos años se ha consolidado como una cultura gastronómica que propicia la interacción social, el respecto a la tierra y la biodiversidad, fomentando la conservación de actividades artesanales y tradicionales vinculadas a la agricultura y la pesca.